Partimos de la base de que los seres humanos somos modificables, cognitvamente modificables, podemos aprender. Sin embargo, muchas veces ocurre que enfrentamos a nuestros hijos a diversos contenidos con el fin de que aprendan. En ocasiones les pedimos que estudien por horas, que hagan resúmenes, que memoricen, que copien, pero que de alguna manera aprendan lo que necesitan para la prueba o examen próximo y a pesar de estos esfuerzos, los resultados no son lo que esperamos. ¿Por qué?

Desde la teoría de la Experiencia de Aprendizaje Mediado (EAM) del Psicólogo Reuven Feuerstein,  la Modificabilidad Cognitiva del niño o adolescente implica la capacidad de mejorar su inteligencia por medio de la mediación oportuna de un adulto. El mismo Feuerstein (1980) define el aprendizaje mediado como la forma en que los estímulos emitidos por el ambiente son transformados por un agente mediador (padre, madre, hermano, profesor u otro). El agente mediador, haciendo uso de sus intenciones, cultura y emociones, selecciona y organiza los estímulos más apropiados para el estudiante, de manera que en futuras situaciones este mismo logre identificar, clasificar y organizar los estímulos más relevantes que debe aprender en una situación en desmedro de otros menos importantes.

El modelo de Mediación del Aprendizaje transforma el paradigma conductista en donde los comportamientos se producen independientemente del contexto a través de la confrontación directa con un estímulo (fórmula: Estímulo – Respuesta), por un paradigma social en donde el nuevo conocimiento se logra a través de un mediador (fórmula: estímulo – mediador humano – organismo – mediador humano – respuesta). El mediador humano se interpone entre el estudiante (organismo) filtrando los estímulos que recibe y tratando de interpretarlos y valorarlos con él.

Es así como el proceso de mediación, centrado en la modificación cognitiva, afecta la estructura mental del estudiante permitiéndole adquirir nuevos comportamientos, vistos estos como estrategias de aprendizaje, habilidades y actitudes, (Román; Díez, 1988).

De esta manera el rol del Psicopedagogo consiste en entregar herramientas (habilidades y destrezas) para intervenir en el desarrollo del pensamiento utilizando situaciones problemáticas diseñadas para la ejercitación de operaciones mentales, conductas estratégicas, enriquecimiento del vocabulario e integración de conocimientos en la vida cotidiana.

La idea de que , como psicopedagoga, puedo incrementar en los estudiantes su » maleta de herramientas cognitivas» facilitando la relación entre ellos y los diversos objetos de aprendizaje me llevó a querer perfeccionarme,diplomándome en  «Mediación para el desarrollo del pensamiento» dictado por el Centro de Desarrollo cognitivo de la Universidad Diego Portales, mediante el cual obtuve la certificación para implementar el programa de enriquecimiento Instrumental creado por R. Feuerstein.

“Todo individuo es modificable, o sea, siempre es capaz de modificarse, aún cuando tiene en contra la etiología, la edad y la condición. El ser humano es dotado de una mente plástica, flexible, abierta a cambios. El ser humano es dotado de un potencial y de una propensión natural para el aprendizaje.” Reuven Feuerstein. 

Nuestras psicopedagogas atienden a domicilio en Chicureo y en nuestra consulta ubucada en Avda Manquehue Sur 520, en la comuna de Las Condes.

Fuente: Educrea.cl

 

Daniela Torres Vieira

Psicopedagoga UC
Fundadora Centro Tragaluz.